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Poster La invención de Hugo

por Adán Chávez

Cada libro, cada tomo que ves, tiene alma. El alma de quien lo escribió, y el alma de quienes lo leyeron y vivieron y soñaron con él

Carlos Zafón

La relación entre cine y literatura es casi tan añeja como las primeras proyecciones. Una vez que el relato se sumó a la fórmula de las películas, a inicios del siglo XX, la narrativa literaria pasó a ser fuente de inspiración de la producción fílmica.

En Estados Unidos las historias retomadas de los libros funcionaron como una de las bases para la construcción de la industria cinematográfica más poderosa del mundo y que hoy conocemos como Hollywood. Esta afirmación puede apreciarse en el reconocimiento que  la adaptación literaria tiene en las categorías de los premios Oscar con el nombre de ‘guión adaptado’, y que se entregan año con año desde 1929. Algunas de las obras más reconocidas llevadas al cine son: Lo que el viento se llevó (1939), El tesoro de la Sierra Madre (1948), La vuelta al mundo en 80 días (1956), Doctor Zhivago (1965), Atrapado sin salida (1975), Relaciones peligrosas (1988), El silencio de los inocentes (1991), y Sin lugar para los débiles (2007). La costumbre de adaptar libros al celuloide se repite en todas partes del mundo que tienen producción propia.

Lo que el viento se llevo (1939)

Aún con la importancia que ha tenido la literatura para el quehacer cinematográfico, el reconocimiento al libro de narrativa y su disfrute, ya sea cuento o novela, dentro de los mismos filmes había sido algo poco frecuente. Hace no muchos años, trabajos como La historia sin fin (Wolfgang Petersen, 1984), Léolo (Jean-Claude Lauzon, 1992), Matilda (Danny DeVito, 1996), Tienes un email (Nora Ephron, 1998), y Conociendo a Jane Austen (Robin Swicord, 2007), colocan a sus personajes centrales, amantes de los libros, como una parte fundamental dentro de las historias que nos presentan. Pero estos son apenas unas cuantas dentro del gran número de producciones que se hacen año con año en el norte de América (Léolo es canadiense), por lo que pensar en que haya una tendencia en promocionar la lectura desde el medio cinematográfico parece ingenuo. Sin embargo, en los años 2011 y 2012 llegaron a las salas de cine dos grandes producciones hollywodenses (es decir presupuestos multimillonarios, estrellas de cine en su elenco, directores importantes a la cabeza de los proyectos, además de ser distribuidas internacionalmente) que dan al libro y a sus lectores un lugar privilegiado dentro del relato que nos cuentan: La invención de Hugo y Cloud Atlas, respectivamente.

Matilda (1996)

Pero antes de ahondar en la manera en que consideramos que este cine hace promoción de la lectura, demos un repaso de cómo el libro se convirtió en factor determinante en la actual cultura de consumo de textos alrededor del mundo..

Con la imprenta la producción de libros se potencia sustancialmente. Hasta el siglo XV pocas personas en el mundo sabían leer y escribir, pero el objeto ‘libro’ ya era desde antes un símbolo de la compilación de conocimiento (los orígenes del libro se ubican en las antiguas culturas china, mesopotámica y egipcia, antes de occidente). Toledo y Sánchez señalan en cuanto a la reproducción mecánica del libro:

“Antes de la invención de la imprenta se publicaban en Europa 1,000 libros anuales según los cálculos más optimistas, en 1950 se producían 120,000. La publicación de los libros que en la Edad Media habría requerido un siglo se hacía en 10 meses, para alcanzar en los años 70 (del siglo XX) la increíble cifra de 1000 libros diarios, triplicándose esta cifra en el año 2000” [I].

Tales datos nos permiten entender, por una parte, que los lectores aumentaron junto con la población, y por otra, el crecimiento de quienes accedieron a una educación básica en el siglo pasado. El libro es parte del imaginario social en el que fantasía, realidad y conocimiento se conjugan posibilitando el cambio, de cualquier tipo, de sus lectores.

Algunos de los escritores de narrativa amantes de la lectura del siglo XX hacen estas afirmaciones:

“Siempre imaginé que el Paraíso sería una biblioteca”, Jorge Luis Borges. “Por el grosor del polvo en los libros de una biblioteca pública puede medirse la cultura de un pueblo”, John Ernst Steinbeck. “Un libro debe de ser el hacha que rompa el mar helado que hay dentro de nosotros”, Franz Kafka. “Sin bibliotecas, ¿qué tenemos? Ni pasado ni futuro”, Ray Bradbury. “Aprender a leer es lo más importante que me ha pasado. Casi 70 años después recuerdo con nitidez esa magia de traducir las palabras en imágenes”, Mario Vargas Llosa.   En estas reflexiones es evidente el lugar que actualmente el libro tiene entre cierto sector de la sociedad que da una importancia a la lectura. Porque independientemente de la valoración que pudiera hacerse sobre este tema, en términos generales el consumo de libros no es una actividad extendida en la población de todos los países, de ahí la aseveración del autor de La perla (1947).

Farenheit 451, (1966). Película completa subtitulada

Por su parte los autores del texto colectivo (Burdick, Drucker, Lunenfeld, Presner y Schnapp) “Humanidades Digitales” (2012) afirman que los conceptos relacionados con las humanidades y las disciplinas que la conforman, surgen a finales de la Edad Media en el marco de la recuperación de las obras clásicas de la antigüedad y el nacimiento de las primeras universidades, y en el que las transcripciones, traducciones y edición de libros se convierten en actividades centrales de la difusión de conocimiento; el invento de Gutenberg contribuye en este sentido al número de libros impresos, como ya vimos. Con el paso se los siglos las áreas de conocimiento se van especializando, creándose departamentos en las escuelas superiores en el que se dividen las ciencias sociales de las naturales[II], en todo momento el libro continuó al centro de la conservación de conocimiento, un espacio para fomentar la  imaginación y funcionar como un medio para el aprendizaje.

En años recientes existe el debate en diferentes espacios en cuanto a la posible crisis por la que estaría pasando el libro impreso ante el crecimiento comercial de los libros digitales y las tablets, en este sentido el editor Diego Rabasa optimista señala que “vivimos una fase donde la tecnología cambia de manera vertiginosa y es absurdo hacer vaticinios. ‘Me da risa cada vez que un artículo dice que se acabará la industria del libro como la conocemos. Hasta que la realidad demuestre lo contrario, hay que ser observadores y anticipar el futuro’ y, mientras, ‘estas herramientas pueden ser interesantes para atraer la atención de lectores jóvenes hacia la literatura”[III]. Por su parte, el escritor Alberto Chimal considera que… “Las diferencias entre los textos impresos y los digitales son evidentes, ‘lo inmaterial de la literatura digital también tiene sus ventajas, puede alcanzar una difusión mayor y traspasarse con mucha facilidad en contraste con el libro impreso; mientras más se usa lo digital, más vivo está. Menos riesgo corre de que se olvide’. Sin embargo, ‘uno no excluye al otro, es más, puede potenciarlo, estoy convencido de eso”[IV].

Nota periodico

Nota del periódico La Jornada, 12 de febrero de 2013

Enrique Serna vaticina que… “La literatura del futuro seguramente se difundirá por medios electrónicos y por lo tanto estará estrechamente ligada al ciberespacio, la tarea que nos corresponde por lo tanto será utilizar esta temible y maravillosa herramienta (la Internet), someterla a nuestro libre albedrío, defender la reflexión solitaria contra la marea mediática…”[V]. Estas reflexiones parecen ser optimistas en el sentido de considerar a lo digital como una herramienta más para la distribución de textos, pero hay otras voces que consideran insustituible la materialidad del libro impreso, la necesidad de las bibliotecas como espacio físico; para quienes la experiencia de la lectura ligada al disfrute y medio para la adquisición de conocimientos en una pantalla luminosa sensible al tacto no es lo mismo que el pasar de las hojas ‘reales’ de celulosa. Pero ¿qué tanto el libro digital puede llegar a representar una modificación en lo estético e intelectual de sus lectores en comparación con el soporte que implica un encuadernado? Y ¿qué tanto eso representa una ventaja o desventaja?. Tal vez esa sí sea una tarea para los investigadores en el futuro.

La invención de Hugo y Cloud Atlas son un par de películas basadas en novelas que fueron producidas en años recientes y que en diferente sentido homenajean al libro y la lectura. A continuación haremos una revisión de cada uno de los casos haciendo énfasis en el tema que estamos tratando.

Basada en la obra de Brian Selznick, La invención de Hugo (2011) está dirigida por Martin Scorsese, tuvo 11 nominaciones al Oscar, de los cuales gano cinco premios, hecha en formato 3D, con un presupuesto de 170 millones de dólares[VI] y distribuida por Paramount. Sinopsis: Hugo Cabret es un niño huérfano que vive en la estación de trenes de París en los años 30, donde se dedica a darle mantenimiento a los relojes que ahí se encuentran. Su vida se cruza con: un policía, quien vigila que el lugar esté libre de vagabundos, huérfanos y rateros; con George, dueño de una tienda de juguetes; Isabelle, ahijada del juguetero, también es adolescente, y el dueño de una librería ubicada a la entrada de la estación. Hugo se ha impuesto la tarea de hacer funcionar un autómata que le heredó su padre, para conseguir las piezas mecánicas que le hacen falta roba piezas de juguetes en la tienda de George, quien lo descubre. A partir de este momento la vida de ambos dará un giro, haciéndolas coincidir en más de un sentido.

Trailer La invención de Hugo (2011)

Isabella es el personaje que hace posible el desarrollo de la trama y una de sus características es ser amante de la literatura; ella es el lado amable de la familia Méliès para el joven Hugo. Mientras George busca castigar a Hugo por el robo, la adolescente le confiesa al protagonista que en realidad George no es tan malo como aparenta pues no ha destruido la libreta propiedad del chico, y es la encargada de mostrarle a él y a los espectadores las consecuencias de su gusto por los libros: tiene una gran imaginación, le gustan la aventuras, contantemente usa palabras nuevas en su vocabulario, y muestra el valor social que tiene el conocer autores, obras y géneros literarios (en cierto momento pide disculpas al inspector de la estación por Hugo, su inculto primo del campo). Su personalidad funciona como la llave que da cuerda al autómata: echa a andar el vínculo oculto que hay entre Hugo, el niño huérfano que arregla cosas y Georges Mèliés, el otrora mago-cineasta que vende juguetes en la estación de trenes de París.

La invención de Hugo resulta un homenaje a) al cineasta Georges Méliès, b) a los inicios del cine, c) a los investigadores que hacen análisis de cine (personificados en René Tabard)  y d) al acto de leer. Si Isabella representa el entusiasmo por la lectura, los espacios para el consumo de libros –la librería de Monsieur Labisse y la biblioteca- son presentados como lugares misteriosos que guardan aventuras, placer y conocimiento. La búsqueda misma de temas y títulos se convierte en motivo para compartir de los dos protagonistas, y cada encuentro en la librería y la biblioteca es significativo para ellos y la trama. Estos momentos son tres: 1) la presentación formal entre ellos, Isabella le dice su nombre y su gusto por los libros, 2) Hugo comparte con ella su entusiasmo por las películas, ella nunca ha ido, él le propone tener una aventura entrando clandestinamente a una sala de cine, y 3) descubren que George Méliès, el padrino de Isabella fue un cineasta importante, y conocen a René Tabard.

Book Trailer La invención de Hugo

En  el cierre de la película vemos a Isabella escribiendo en medio de una reunión, su voz en off nos dice “Hace muchos años conocí a un niño llamado Hugo Cabret, vivía en una estación de trenes, ¿por qué vivía en una estación de trenes?. Quizá se lo pregunten. De eso se va a tratar este libro. De cómo este joven tan singular buscó desesperadamente el mensaje de su padre y de cómo este mensaje iluminó su camino de regreso a casa”. Después de la aventura vivida, esta adolescente bibliófila ha pasado de lectora a autora de sus propios escritos.

La película funciona como una promotora de la lectura, además de lo ya mencionado, por ocurrirle a unos personajes jóvenes con los que la audiencia infantil y adolescente puede identificarse y mostrar lo atractivo que puede ser el aproximarse a los libros. Isabella y Hugo son independientes, aventureros, inteligentes, de sentimientos nobles y compartidos, si a eso le sumamos su gusto por la lectura podríamos considerar que son presentados como velados modelos a seguir para la juventud.

Cloud Atlas (2012), basada en la novela homónima de David Michell, es dirigida por los hermanos Wachowski y Tom Tykwer, tuvo un costo 102 millones de dólares[VII], su producción corrió a cargo de varias compañías, pero el principal distribuidor fue Warner Brothers. Sinópsis: Seis historias diferentes ubicadas en épocas distintas se entrecruzan, colocando a sus personajes en medio de conceptos de amor, justicia, libertad, reencarnación y karma. Por lo que, los niveles en los que se desarrolla el relato están interconectados directamente por personajes reencarnados y situaciones particulares que trascienden tiempo y espacio.

Comentarios de la película Cloud Atlas

Los puentes que se tienden entre cada historia están hechos de textos. Textos de diferentes tipos que pretenden representar la idea de que la humanidad es una sola, a pesar de las distancias de tiempo y espacio. En ellos se guardan mensajes que parecen codificados para sus destinatarios, a los que modifican sus vidas tan pronto los leen. Los puentes:

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a) haciendo una línea de tiempo, la primera historia en ella sería El diario del Pacífico de Adam Ewing (1849) que se comunica con la segunda, Cartas desde Zedelghem (1936), a través del mismo diario y que es leído por Robert Frobisher, joven músico que trabaja escribiendo/interpretando la obra de un importante compositor de su época, Vyvyan Ayrs. Mientras que Ewing cuenta su cambio de punto de vista sobre el tema del esclavismo, a partir de que salva a un hombre negro que viaja de polizón en el barco que lo lleva de regreso a Estados Unidos, quien a su vez lo salva del envenenamiento a manos del Dr. Henry Goose  quien se quiere quedar con sus riquezas; a su arribo a Norteamérica se encausa en la lucha antiesclavista, que tendría como consecuencia la Guerra Civil;

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b) Cartas desde Zedelghem (1936) a Media vida: El misterio de Luisa Rey (1973). La periodista Luisa Rey lee el intercambio epistolar entre los jóvenes amantes Robert Frobisher y Rufus Sixsmith, después de que el viejo Sixsmith muere asesinado minutos antes de entregarle el informe de una planta nuclear que está a punto de tener un accidente; Frobisher antes de suicidarse en 1936, escribe sobre su legado: su mejor obra musical, la creencia del amor por encima de límites temporales y geográficos, la homosexualidad en su época es motivo de persecución y no reconocimiento de su talento musical y el valor de la verdad;

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c) Media vida: El misterio de Luisa Rey (1973) a El horrible calvario de Timothy Cavendish (2012). El editor Timothy Cavendish lee en su escape en tren de Londres, el libro Media vida: El misterio de Luisa Rey, escrito por Javier Gómez, de donde extrae las siguientes ideas: el pasado puede venir a tu rescate, siempre habrá un poderoso que intente esconder la verdad, ocasionalmente la justicia puede estar en tus manos, en las historias de amor existen saltos cronológicos, el trabajo en equipo es mejor;

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d) El horrible calvario de Timothy Cavendish (2012) a Una oración por Sonmi-451 (2144). Sonmi-451 es una mujer joven que trabaja en un local de comida rápida en el futuro, al igual que sus compañeras es un clon diseñado para atender a los consumidores de su centro de trabajo, carecen de una vida regular, viven para servir. Inspirada en un segmento de la película El horrible calvario de Timothy Cavendish, donde se dice ‘no seré sujeto de abuso criminal’ (I will not be subjected to criminal abuse). Yoona-939, una de sus compañeras, reacciona golpeando a uno de los consumidores cuando éste le falta al respeto, trata de huir del local pero es asesinada. Para Sonmi-451, este par de hechos –el segmento de película y la muerte de su amiga- son significativos cuando decide escapar de la esclavitud laboral; ayudada por Hae-Joo Chang, huye y se une un grupo de rebeldes que pelea contra las grandes corporaciones que mantienen este tipo de explotación laboral; antes de ser atrapada graba un mensaje, una especie de decálogo que envía a todas partes del mundo;

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e) Una oración por Sonmi-451 (2144) a Sloosha’s Crossin’ an’ Ev’rythin’ After (2321). En un tiempo post apocalíptico, en el que las formas religiosas primitivas (demonios imaginarios, chamanes que entran trance, sueños con significados específicos, y una diosa a la que se adora, Sonmi-451) son las creencias comunes, Zachry, pastor de ovejas ayuda a Menorym, mujer que comercia con su pueblo y que cuenta con tecnología avanzada, a llegar a un edificio para mandar una señal de ayuda a quienes dejaron la Tierra antes del apocalipsis. Los mensajes de Sonmi-451 que se convertirían en mensajes divino son: “A través de las mirada ajenas es posible descubrirse uno mismo”, “la esencia de la inmortalidad radica en la consecuencia de nuestras palabras, y que son los actos que nos conducen al final de nuestro tiempo”, “las vidas no son nuestras, a través de diversos caminos nos comunicamos con otros, del pasado al futuro”, “con cada ofensa y cada acto piadoso creamos nuestro futuro”, etc.

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f) Sloosha’s Crossin’ an’ Ev’rythin’ After. El círculo se cierra cuando el viejo Zachry, en otro planeta cuenta sus aventuras en la Tierra a sus nietos. El soporte en este caso es la oralidad, como en el principio de los tiempos.

Los ‘textos’ funcionan como vasos comunicantes o sistema nervioso de un único espacio tiempo, ayudan a los personajes a tomar posturas y los incentivan a intervenir en los actos de injusticia de cada época en que suceden las historias, que al final descubrimos es sólo una. La forma en que consideramos que se hace fomento a la lectura es diciéndole al espectador “para hacer de tu vida una aventura, encontrar el sentido a la vida, cambiar los hechos injustos de tu cotidianidad, encontrar la verdad, buscar trascender en tiempo y espacio… lee un libro”. Otros temas abundan la película pero el de la lectura permea todo el relato.

Tal vez parezca demasiado aventurado el título de este artículo, pues un par de películas no hacen la totalidad de la cartelera de cine, y menos todas las películas de Hollywood, pero estos ejemplos pueden funcionar para tal propósito: el fomento de la lectura en niños y adolescentes en el caso de La invención de Hugo y Cloud Atlas para adolescentes y adultos. Habrá quien encuentre en estos homenajes a la lectura, más una nostalgia por el texto impreso ahora que las versiones digitales crecen en ventas y la fiebre por la tecnología digital en ocasiones genera futurismos fortuitos; tendremos que esperar unos años para saber el resultado de esta cuestión.

Por último diremos que, si bien el cine en su totalidad puede funcionar como una herramienta en la educación básica, media y superior, en cualquiera de las asignaturas y materias, particularmente en el caso de promoción de la lectura puede ayudar a esa traducción de palabras escritas a imágenes, como lo mencionaba Vargas Llosa, y apoyar al docente y alumno en este fin. Convocamos a los maestros y alumnos de todo el país a dejarnos sus comentarios y experiencias en cuanto a promoción de la lectura en el aula.

Ilustración del libro La invención de Hugo

Ilustración del libro
La invención de Hugo

[I] Toledo, , Purificación, Sánchez, Sevilla, José Manuel. El libro digital: nuevos formatos de lecturaComunicar [en línea] 2002, (octubre) : [fecha de consulta: 6 de junio de 2013] Disponible en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=15801923&gt; ISSN 1134-3478

[II] Burdick, Anne; Drucker, Johanna; Lunenfeld, Peter; Presner, Todd; Schnapp, Jeffrey. Digital_Humanities. Massachusetts Institute of Technology, 2012,  USA.

[III] Flores, Alondra. La era digital potencia nuevas narrativas; lo impreso, a salvo. La Jornada, martes 12 de febrero de 2013, año 29, número 10244. Versión en Internet consultada el 6 de junio de 2013, en http://www.jornada.unam.mx/2013/02/12/cultura/a04n1cul

[IV] Íbid

[V] Palabras dichas por el autor en el Coloquio “Nuevas escrituras, nuevas lecturas”, dentro del las actividades del 29 Festival de México en el Centro Histórico, el 14 de mayo de 2013.

[VI] Internet Movie Data base

[VII] Íbid